Tomás Díaz es hijo de padres agrónomos por lo que su interés en estudiar esta carrera estuvo marcada desde pequeño. Antes de ingresar a nuestro centro, este joven agrónomo trabajó en empresas ligadas a la producción de semillas de maíz (DUPONT y MONSANTO), donde se desempeñaba como agrónomo de campo, es decir, supervisaba las labores en los semilleros, desde el pre siembra hasta post cosecha.
Ser parte de CIREN y en específico la unidad de Agroclima, para Tomás ha sido un gran desafío, pues debe manejar y conocer todos los temas relacionados a la agronomía ya sea agua como también suelo, clima, economía, riego, fruticultura y horticultura, entre otros, lo que le ha obligado a actualizar constantemente sus conocimientos. Es por ello que este 2020 decidió ser parte de un magister en economía agraria.
El trabajo en terreno es una de sus pasiones laborales, confesando que: “Cuando uno estudia agronomía es en parte porque la carrera combina muy bien el trabajo de escritorio con el trabajo en el campo, a diferencia de otras carreras. En CIREN está esa combinación perfecta, hay meses donde el trabajo es 100% de gabinete, y otros donde el trabajo es 100% en terreno”, explica el agrónomo.
Actualmente se encuentra trabajando junto a su equipo en la generación de información base para actualizar los datos de los diferentes distritos agroclimáticos para determinar el impacto del clima sobre la adaptación de las especies cultivadas y así conocer las áreas que tienen un comportamiento homogéneo. Antes de comenzar el estado de emergencia producto de la pandemia, la unidad de Agroclima recorrió la región de Valparaíso, para realizar calicatas y tomar muestras de cada horizonte del suelo para su posterior análisis químico.
El año pasado Tomás estuvo a cargo de un estudio que permitió conocer la situación de los embalses Puclaro y Santa Juana y su impacto para el desarrollo agrícola en los valles de Elqui y Huasco.
