Conoce a nuestro experto: Gustavo Figueroa

Gustavo Figueroa llegó hace 7 años a CIREN con el objetivo de progresar profesionalmente, y desempeñarse en un área distinta a la anterior relacionada a educación en la Universidad Andrés Bello.
 
Melipillano de corazón, es Ingeniero en Administración de Empresas e Ingeniero Comercial. Estas dos carreras las ha ido perfeccionado, realizando distintos cursos tanto en la Contraloría como en el Consejo General de Auditoría de Gobierno y adicionalmente se ha enfocado en cursos de administración y gestión de proyectos de la Universidad Católica y en la evaluación y control de proyectos en la CEPAL.
 
Actualmente está encargado de la Unidad de Administración y Proyectos perteneciente a la Gerencia del mismo nombre.  Su jefatura se divide en dos áreas: la primera tiene que ver con  la infraestructura y los servicios, trabajando estrechamente con la Dirección Jurídica y en segundo orden, está todo lo relacionado a la revisión y control de los ítemes tanto financieros como administrativos de los distintos proyectos que la institución mantiene con otras organizaciones.
 
“En el área de la administración no solo se necesita tener conocimientos técnicos que entrega la universidad, sino que también uno debe insertarse en el rubro de la empresa o institución en la que trabaja. El contacto con distintas áreas de la empresa permite tener un conocimiento amplio de cómo es su administración general, lo que permite optimizar tanto procesos de trabajo como recursos a utilizar, ya sean estos materiales como horas de trabajo por profesionales de las distintas áreas. En este caso CIREN que es un Instituto técnico del estado muy especializado en levantamiento y procesamiento de la información es muy importante la información que te entregan los profesionales de las distintas áreas, para comprender de la mejor manera, la gestión de la administración en su conjunto”, explica Gustavo.
 
En el escenario actual de crisis sanitaria, la labor de Gustavo ha debido transformarse, haciéndose cargo además de un rol esencial: la limpieza y desinfección del edificio para descartar contagios. Además ha debido colaborar en otras áreas para así simplificar la labor y dar respuesta a las necesidades actuales de la institución. “He ido entendiendo que esa normalidad la cual llamábamos, debiéramos replantearla a un crecimiento personal y familiar de nuestro quehacer diario. Pensar que podemos lograr mejores cosas no solo como crecimiento personal, sino como ayuda a la sociedad”, finaliza Gustavo.

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