Existen aproximadamente 300.000 hectáreas que se están incorporando al estudio agrológico de suelo, ya que existen cultivos agrícolas en estas zonas que se encuentran sin estudio. Recordemos Un estudio agrológico proporciona información detallada sobre las características del suelo, información crucial para realizar un balance hídrico adecuado al aportar datos relevantes como la textura del suelo, la capacidad de retención de agua, la profundidad efectiva de las raíces, la permeabilidad, entre otros.
Para realizar el mapeo de suelos, primero se debieron identificar las unidades que se representarían en el mapa a través de la observación y descripción de suelos en diferentes puntos de la región (figura 1). En este caso, se caracterizaron 23 suelos en distintos lugares de la región.
Figura 1. Puntos de descripción de suelos, destacados en color rosado.
En un segundo momento, se analizaron las propiedades fisicoquímicas de las muestras de suelos obtenidas, para luego, realizar un diagnóstico de la zona mediante fotointerpretación. Con lo anterior, se generó un mapa de suelos (figura 2) preliminar y que será completado con las variaciones de las distintas unidades de suelo a la que pertenece.
Figura 2. Mapa de suelos preliminar.
La figura 2 muestra en color rosado la separación inicial de los suelos en estudio, los que presentan alguna caracterización, y en color celeste, se destacan los sectores considerados “misceláneos”, es decir, con suelos que no pertenecen o no poseen alguna clasificación, ya que son sectores donde los procesos de formación y remoción de suelos son más agresivos por lo cual no se logran caracterizar, como, por ejemplo, los movimientos de tierra debido a una construcción, los deslizamientos de terreno debido a lluvias intensas, entre otros.
La caracterización de los suelos finalizará en julio y permitirá, por un lado, conocer sus potencialidades y limitantes de uso para un mejor aprovechamiento y, por otro lado, calcular la demanda hídrica agrícola de los cultivos.