Agricultores de 13 comunas de la región de Ñuble podrán conocer los efectos del cambio climático en la actividad agrícola.

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A través de un geoportal que contiene todos los datos recopilados sobre este proyecto, el sector agrícola y autoridades locales podrán tener un diagnóstico y proyecciones productivas económicas de las ocho principales especies hortofrutícolas de la región. 

Se trata de un proyecto titulado a través del Fondo de Innovación para la Competitividad del Gobierno Regional de Ñuble que desarrolló el Centro de Información de Recursos Naturales cuyo principal objetivo fue cuantificar y evaluar el impacto del cambio climático en las áreas beneficiadas de los embalses Punilla, Zapallar y Chillán considerando las condiciones del nuevo escenario y su proyección al futuro cercano. 

El propósito del Geoportal es proporcionar acceso a los resultados finales y descarga de la información generada por el proyecto de manera interactiva y libre a las organizaciones de usuarios de aguas, juntas de vigilancia, y a los distintos servicios del agro e interesados, siendo, además, un aporte a la democratización del acceso a la información.  

En colaboración con la Secretaría Ministerial Regional de Agricultura, se realizó la presentación de los resultados obtenidos, los que serán de utilidad para visibilizar las proyecciones del cambio climático en la actividad agrícola de las áreas beneficiadas por los embalses. 

El área estudiada contempló 13 comunas de la región: Bulnes, Chillán, Chillán Viejo, Coihueco, El Carmen, Ñiquén, Pinto, Pemuco, San Carlos, San Fabián, San Ignacio, San Nicolás, y Yungay, en las cuales se concentra el 95% de los terrenos agrícolas de Ñuble. Cabe mencionar que, de acuerdo al estudio “Cobertura y Uso de la Tierra” (CIREN, 2019), la superficie de Terrenos Agrícolas en el Área de Estudio es de 185.021 hectáreas, mientras que la región tiene una superficie de 195.228 hectáreas.

Según señala la directora Ejecutiva de CIREN, Katherine Araya “los resultados obtenidos sirven de base para dimensionar dónde la autoridad debe incrementar el flujo de regadíos o mejorar los sistemas de riego, ya que de esa manera podemos enfrentar de mejor forma la crisis climática y entregar mejores herramientas a los agricultores para la producción. 

Agregó en este contexto que “con este proyecto logramos crear fichas de productividad y valoración económica de las ocho principales especies cultivadas en la Región de Ñuble, con una proyección hasta el año 2044. “Se trata del avellano, arándano europeo, nogal, cerezo, frambuesa, espárrago, papa y vid vinífera. De estos, el arándano concentra el 25,9% del total de la superficie frutal”. 

Por su parte, el Seremi de Agricultura de Ñuble, Antonio Arriagada Vallejos, comentó que “esta es una herramienta adecuada para analizar las perspectivas de la región en cuanto a la superficie regada. Encuentro sumamente útil la segmentación realizada en secano (plantaciones que solamente reciben agua a través de precitaciones), y sin riego en cada comuna, ya que facilita la construcción de canales para regadío o lugares que no necesariamente tienen agua”.  

En la misma línea, señaló que “mi impresión es que las superficies de riego se han mantenido relativamente estables en la región, pero hoy nos enfrentamos al impacto del cambio climático, generando transformaciones significativas. Este fenómeno no solo afecta a los cultivos debido a las variaciones de temperatura y cambios en la elección de los mismos, sino que también incide en la superficie potencialmente regada, la cual representa una zona de alta productividad agrícola. Es crucial preservar y perfeccionar esta área para garantizar la seguridad alimentaria, un pilar fundamental del Ministerio de Agricultura.” 

A través del estudio, Se pudo concluir que la temporada con mayor superficie agrícola efectivamente regada corresponde al 2018-2019, estimándose un 61% del área agrícola bajo riego. Se estimó una disminución de la superficie bajo riego y un incremento en cultivos de secano desde la temporada 2018 a la 2022. 

Además, se detectó un déficit hídrico promedio de un 10% en las tres áreas estudiadas para la temporada 2018/2019, y se estima una disminución de 15% de las precipitaciones acumuladas anuales para el año 2065, en base a datos del Ministerio del Medio Ambiente. 

Al comparar los resultados del catastro frutícola realizado en 2019 con los de 2022, se logró observar un cambio en la especie más explotada en la región de Ñuble. Si bien, el arándano americano era predominante en esta zona agrícola, durante los últimos años el avellano europeo aumentó su producción exponencialmente. 

Finalmente, se observa que el arándano americano tiene un 84% para exportación, lo que significaría un aumento con respecto al 2019, que fue solo un 67,6%. En el caso del cerezo se observa la misma tendencia, ya que en 2019 la exportación era de alrededor de un 57%, mientras que para 2022 se registró sobre un 80%. 

Por su parte, tanto la avellana y frambuesa van directo a la Agroindustria ya que deben ser sometidos a otros procesos antes de ser comercializados, por ejemplo, la frambuesa va a congelados, mermeladas y jugos. 


Revisa la noticia en el diario La Discusión de Ñuble AQUÍ

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